DEL BARRIO A LA VIVIENDA COLECTIVA

Arquitectura:Taller de Arquitectos Asociados + COMUN Arquitectos Mandante: Inmobiliaria Surmonte

Ubicación: Calle Zañartu Nº1903–Ñuñoa Superficie: 24.600 m2 Construcción: 2022-2023 Autores: Andrés Briones, Pablo Talhouk, Jorge Morales, Luz Honores, Eduardo Cancino.

Equipo TAA: Freddy Lagos, Nelson Hotchstetter, Saskia Bruin,Luise Entrinch. Equipo COMUN: Diego Danyan

 Fotografías: Aryeh Kornfeld

Constructora: Constructora Carran

Cálculo: Luis Soler P. & Asociados.

Desde hace algunos años, hemos estado trabajando en nuestra oficina un concepto sobre los edificios de vivienda colectiva, el cual busca darle la misma importancia al diseño interior de las viviendas como al espacio colectivo exterior de estas, ya que es en este último donde la verdadera esencia de la colectividad se manifiesta, y donde la arquitectura encuentra su propósito principal de mejorar la calidad de vida de sus habitantes. 

Este espacio colectivo es el escenario donde experimentamos el encuentro con nuestros vecinos y donde establecemos una relación tangible con nuestro entorno, marcando así nuestra experiencia al llegar a casa. Para nosotros, esta vivencia debe formar parte intrínseca del diseño arquitectónico, permitiéndonos conectarnos con el edificio, comprender su escala, reconocer a quienes comparten nuestro espacio, y brindarnos una experiencia que refleje la vida dinámica de la ciudad a la que pertenecemos. Nuestra aspiración es llevar la esencia de la vida de barrio al interior mismo del edificio.

Tomando como ejemplo el proyecto del edificio Marathon, nos embarcamos en el desafío de desarrollar un edificio de escala mayor con 252 departamentos de distintas tipologías, desde unidades de 1 dormitorio hasta unidades de 3 dormitorio. Este proyecto surge como una iniciativa privada de venta de departamentos, ubicado en el sur de la comuna de Ñuñoa, una zona estratégicamente cercana a colegios, sistemas de transporte público y centros deportivos.

 

Interior Edificio 252 Marathon Fotógrafo: Aryeh Kornfeld

“…la calidad de un edificio de viviendas colectivas reside en la calidad de sus espacios comunes y en la experiencia que viven sus habitantes al acceder tanto al conjunto como a sus unidades…”

Ubicado en un sector que está experimentando un proceso de regeneración y densificación habitacional, el edificio Marathon se alza en terrenos que anteriormente albergaban industrias y bodegas. Esta transformación ha resultado en terrenos de mayor extensión en comparación con otras áreas de la comuna, lo que permite proyectos de mayor envergadura. Sin embargo, este proceso también ha planteado el desafío de la escasez de espacios públicos en la zona.

Dada la oportunidad que nos brindaba el terreno, el cual abarca toda una cuadra, asumimos la responsabilidad de contribuir a la imagen urbana del área y su relación con la calle. Como estrategia, decidimos liberar las dos esquinas del terreno, transformándolas en plazas públicas para el barrio.

Nuestra filosofía de diseño se fundamenta en la premisa de que la calidad de un edificio de viviendas colectivas reside en la calidad de sus espacios comunes y en la experiencia que viven sus habitantes al acceder tanto al conjunto como a sus unidades. Por ende, propusimos una serie de espacios intermedios de libre acceso distribuidos en diferentes puntos del edificio, con el fin de fomentar el encuentro entre vecinos. En total, estos espacios suman 2.900 m2 de superficie.

Para materializar esta objetivo, llevamos a cabo tres operaciones fundamentales:

En primer lugar, retranqueamos el nivel subterráneo y el primer piso hacia el interior del terreno, creando un patio hundido que está visualmente conectado con el exterior del edificio y la vereda pública. Este patio, con una superficie de 681 mts2, funciona como una plaza cubierta, la cual una superficie dura

para las distintas actividades de los habitantes. Al mismo tiempo, permite la iluminación y ventilación natural del nivel subterráneo. Esta operación no solo contribuye a la estética del edificio, sino que también aborda el desafío de integrar visualmente un edificio de gran escala de manera amigable con los peatones que transitan por la zona.

La segunda operación consistió en colocar estratégicamente las escaleras a una distancia de menos de 10 metros de las unidades habitacionales, cumpliendo así con la normativa de vías de evacuación abiertas. Esto permitió tener pasillos y puentes para acceder a los departamentos, los cuales permitían tener vistas panorámicas al vacío central del edificio y al entorno de este.

 

Por último, se incorporaron una serie de miradores de gran tamaño que amplían las circulaciones comunes en diferentes pisos creando áreas de estar e interacción entre los vecinos y ofrecen vistas

panorámicas del sur de la ciudad. El requerimiento comercial para las unidades estipulaba que aquellas de mayor tamaño estuvieran ubicadas en el lado norte del edificio, con terrazas de proporción cuadrada frente a la sala de estar, mientras que las unidades más pequeñas, de un dormitorio, tendrían balcones corridos en el lado sur. Este requisito condicionó el diseño de las fachadas del edificio. Dado que la orientación solar de las fachadas, especialmente la del lado norte, no era compatible con la distribución solicitada por el requerimiento comercial, ideamos un sistema de persianas de aluminio que proporcionan sombra a los espacios interiores, reduciendo así la carga térmica y el consumo energético del edificio. Estas persianas, además de su función práctica, agregan dinamismo a la fachada del edificio con su movimiento. La cubierta del edificio también fue diseñada para promover el encuentro y el esparcimiento comunitario. Hacia el sur, se dispusieron terrazas de mayor escala destinadas al uso colectivo como quinchos, piscina, salas de eventos, mientras que hacia el norte se ubicaron las áreas más 

Fotogafía vía de acceso Edificio 252 Marathon. Fotógrafo: Aryeh Kornfeld.

pequeñas para encuentros más íntimos. Esta distribución refleja nuestra visión de que todos los espacios comunes deben fomentar la interacción y el intercambio social, tanto en las áreas de estar como en las circulaciones donde se entrecruzan las vistas entre diferentes espacios.

En definitiva, el proyecto del edificio Marathon representa un esfuerzo integral por concebir un espacio habitacional que va más allá de un conjunto de viviendas individuales agrupadas. Se trata de un lugar donde la comunidad se encuentra, interactúa y crea vínculos, enriqueciendo así la experiencia de vivir en la ciudad.

Fotógrafías cortesía de Aryeh Kornfeld.

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ARS MAGNA

Revista Digital de Arte, Arquitectura y Diseño