DIBUJAR EL PATRIMONIO: arte, fotografía e investigación en pos de conservar los edificios históricos
Diversas disciplinas se fusionan en una innovadora propuesta que invita a revelar la imagen visual de nuestros edificios históricos. Tras un arduo proceso investigativo y el rescate del oficio del dibujo hecho a mano, las fachadas más representativas de la herencia arquitectónica chilena resurgen, como un vínculo que conecta la memoria y la identidad de las personas para sensibilizar sobre la importancia del patrimonio construido.
Nuestras ciudades están colmadas de construcciones que representan piezas fundamentales de nuestro patrimonio cultural. Estas estructuras no solo son elementos distintivos del paisaje urbano, sino que también son apreciadas y reconocidas por los habitantes de la ciudad. Para ellos, estas edificaciones son símbolos que evocan sucesos históricos y reflejan los anhelos estéticos y las tradiciones de generaciones pasadas.
A menudo, tendemos a asociar este patrimonio exclusivamente con monumentos imponentes, como palacios, bibliotecas, museos o catedrales extravagantes. Sin embargo, pasamos por alto que también incluye construcciones más modestas, como casas de adobe, pequeñas capillas rurales y discretos edificios que se encuentran en casi todos los rincones de nuestras ciudades. Estas estructuras, aunque más simples, son igualmente importantes para la historia y la identidad de una comunidad específica.
El patrimonio material actúa como un catalizador de la memoria colectiva y fortalece el sentido de pertenencia y la identidad cultural de una sociedad. Por lo tanto, no sorprende que los espacios patrimoniales más apreciados y reconocidos por la ciudadanía constituyan la mayoría de las declaraciones de protección de monumentos nacionales. Bajo esa premisa, podría pensarse que conservar estos bienes es una tarea simple. Sin embargo, la mera aceptación social no basta, y son numerosos los factores que influyen en la preservación de un inmueble como parte integral del entorno urbano.
Detalle Ilustración Edificio Pío X. Fuente: Estudio Brugmann
“…El patrimonio material actúa como un catalizador de la memoria colectiva y fortalece el sentido de pertenencia y la identidad cultural de una sociedad…”
En Chile, abundan ejemplos de pérdidas tanto antiguas como recientes que pesan en la memoria de quienes añoran ver restauradas piezas fundamentales de nuestra historia arquitectónica. Desde el Puente de Cal y Canto hasta la Catedral de Ancud, pasando por el Bazar Krauss, el Edificio Brown en Valparaíso o la Estación Pirque, las pérdidas son lamentables y conmueven a los ciudadanos.
Ante esta realidad, surgen diversas iniciativas para proteger nuestro patrimonio, que van desde proyectos de ley impulsados por el Estado hasta planes de recuperación y reconversión liderados por entidades privadas. En todos estos esfuerzos, la investigación de este patrimonio, que a primera vista puede parecer permanente pero que en la realidad nacional posee una fragilidad implícita, se convierte en un elemento clave para planificar su conservación a largo plazo.
Dentro de este contexto, surge en 2010 el Estudio Patrimonial Brügmann, una plataforma dedicada a la investigación y difusión de la cultura y el patrimonio chileno. Este estudio ha liderado diversas tareas culturales, que van desde la restauración de piezas artísticas hasta el estudio de la historia arquitectónica local, la documentación fotográfica y el rescate de la memoria social, principalmente de los siglos XIX y XX. Está dirigido por Fernando Imas Brügmann, Licenciado en Conservación de Bienes Culturales y con un posgrado en Gestión Cultural y Comunicaciones de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en Argentina, y Mario Rojas, dibujante autodidacta, Conservador de Bienes Culturales y diplomado en archivística e investigación fotográfica de la Universidad de Buenos Aires.
Ilustración Proceso Prueba de Colores Fuente: Estudio Brugmann
El trabajo del Estudio Patrimonial Brügmann se ha plasmado en valiosos documentos que recopilan información sobre edificios patrimoniales como la Catedral Metropolitana, el Palacio Vergara, el Palacio Cousiño y el Palacio Pereira. Además, han impartido charlas y conferencias, participado en labores docentes, realizado exposiciones tanto en Chile como en el extranjero, y han publicado numerosos libros, muchos de ellos de acceso gratuito al público, como parte de su compromiso por fomentar el conocimiento y la valoración del patrimonio entre la ciudadanía.
Para complementar y apoyar sus investigaciones en torno a la arquitectura nacional, desde 2010 Brügmann ha formado un valioso archivo fotográfico patrimonial que cuenta hoy con más de 20 mil registros; cuya naturaleza va desde retratos de personajes, escenas costumbristas, pueblos originarios, vistas urbanas de todo Chile, especialmente de Santiago; arquitectura industrial, comercial y residencial; y fotografía aficionada familiar o
social. Abarcando diferentes soportes, como antiguos daguerrotipos y ferrotipos, placas de vidrio, papel albúmina sobre cartón y diapositivas; extendiéndose temporalmente entre 1840 a 1980.
Conservar las imágenes visuales de nuestra historia es esencial para el trabajo patrimonial, “la fotografía constituye la memoria visual de los pueblos, se convierte en una herramienta que da cuenta de cómo es un grupo, una institución, una generación o una época; sirve para comprender las historias de personas, familias, pueblos o naciones. Es el espejo de una comunidad y tiene la fuerza para decir aquí estoy, este soy yo. Además, su práctica o quehacer contribuye a inmortalizar situaciones. Por eso, la memoria de una comunidad está vinculada con las imágenes” (González y Claro, 2015). En la búsqueda constante por la conservación y promoción del patrimonio, la imagen se ha transformado en un puente de conexión entre las personas y su memoria. La fotografía cumple a cabalidad ese vínculo, pero también se ha transformado en un medio para explorar otro tipo de conexiones relacionadas ahora al mundo del arte gráfico.
El arte, la acuarela, la fotografía, la investigación y el patrimonio se funden en una nueva propuesta del Estudio Brügmann, que busca acercar a las personas a las fachadas históricas a través de obras artísticas que puedan ser instaladas en las casas u oficinas, por medio de la creación de láminas de arquitectura elaboradas a partir de dibujos hechos a mano con tinta y acuarela. Se trata del proyecto Patrimonio Ilustrado (www.patrimonioilustrado.cl)
La conservación es la premisa fundamental de esta iniciativa que utiliza el medio gráfico como una herramienta que sirve de enlace entre el disfrute visual y la preservación de la memoria. Los edificios evocan recuerdos, avivan la memoria y generan un sentido de pertenencia, estableciendo una familiaridad esencial para promover la tan anhelada conciencia patrimonial.
La creación de estas obras no es aleatoria; surgieron como herramientas de registro e investigación de numerosas edificaciones históricas. Se usaban en un principios para fines investigativos, se intervenían para evidenciar deterioros o alteraciones, identificar faltantes y otras aplicaciones vitales para el ámbito de la conservación. Pero de forma espontánea, comenzaron a transformarse con el tiempo, en un medio de vinculación entre las personas y el patrimonio.
Sin querer, formaron una idea artística innovadora, al establecer a través del dibujo, una conexión con la memoria y los sentimientos. Traspasaron la barrera de ser meras representaciones visuales; ligándose intrínsecamente a la preservación de nuestro patrimonio; invitando a redescubrir rincones olvidados de la ciudad, integrando elementos que forman parte de la historia e identidad colectiva; profundizando su relación emocional con el entorno urbano y su significado cultural. El proceso creativo ya es en sí mismo una mirada renovadora, que rescata el antiguo oficio del dibujo hecho a mano, empleando herramientas tradicionales como reglas, papel, grafito, compases, tinta y acuarela, tal como lo practicaban los arquitectos del siglo XIX.
Para recrear estas fachadas se requiere de meses de investigación, revisión de material de archivo y bibliográfico, análisis de planimetrías y búsqueda de referencias visuales variadas, como planos, relatos históricos y otros antecedentes que puedan evidenciar el contexto histórico, social y urbano de los inmuebles. En este proceso, la fotografía juega un papel crucial al proporcionar datos para reconstruir elementos perdidos de las antiguas edificaciones y devolverles su esplendor.
De manera progresiva, semana tras semana, el artista dibuja con grafito desde los cimientos hasta la cubierta. Una vez completado el esbozo, inicia un nuevo proceso, sustituyendo el grafito por tinta negra. Con precisión y una concentración infinita, delineará y recreará las ornamentaciones detalladas, desde grifos y cariátides hasta herrerías y cúpulas, capturando incluso la textura de revoques, ladrillos, metales y piedras. El dibujo se completa con delicadas aguadas, cuyas variadas tonalidades iluminan los frontis inertes. A través de la acuarela, las fachadas cobran vida, profundidad y luminosidad, creando un efecto tridimensional cautivador. Este enfoque no solo es técnico, sino también emotivo, llevando a los espectadores en un viaje visual y nostálgico que los conecta con el momento exacto en que el edificio se entrelaza con su propia memoria.
“Los lugares tienen significados. El tiempo y el espacio se fusionan en un lugar. Los lugares contienen significados metafóricos o simbólicos que van más allá de la apariencia superficial de un paisaje o estilo arquitectónico particular. Las sociedades transforman lugares, dotándolos de recuerdos, historias y un significado simbólico; también los cambian psíquicamente. Visto a través del lente de la
cultura, un lugar es un escenario para
el comportamiento humano, un entorno imbuido de un espíritu particular”. (Mc Daniel y Robertson, 2010). Patrimonio Ilustrado actúa como un vínculo entre el pasado y el presente, dando forma a estructuras concebidas siglos atrás que adoptan características contemporáneas al abordar temas actuales del panorama artístico mundial, como la memoria, el territorio y el rescate de oficios. Más que simplemente plasmar bocetos de los edificios que conforman nuestro entorno, este proyecto se presenta como una invitación abierta a explorar diversos conceptos culturales, con el patrimonio y la identidad como ejes centrales.
Explora la noción del territorio y el espacio como una frontera que define la sensación de pertenencia. Desde esta perspectiva, presenta los edificios como elementos fundamentales de nuestra identidad, que, con el transcurso del tiempo, se convierten en pilares esenciales de la historia colectiva de una comunidad, una ciudad o un país.
Desde la perspectiva de estas mismas comunidades, los edificios adquieren un valor histórico y legendario que se vincula estrechamente con el patrimonio, convirtiéndolos en objetos de estudio susceptibles de análisis desde diversas perspectivas. Se les atribuyen múltiples nuevos valores que refuerzan la necesidad de conservarlos como bienes de uso colectivo, abriendo un diálogo profundo sobre la conexión emocional, cultural e histórica que mantenemos con nuestro entorno construido. Esta obra ha despertado el interés de numerosas personas que desean llevar estas piezas artístico-patrimoniales a sus hogares, ya
Ilustración Museo de Bellas Artes Fuente: Estudio Brugmann
sea por preferencias estéticas hacia ciertos inmuebles o por conexiones más profundas con su historia. Recientemente, el Estudio Brügmann ha actuado como curador de exposiciones de las acuarelas patrimoniales, organizando muestras masivas que invitan a explorar la ciudad desde una nueva perspectiva y concientizan sobre la importancia de la arquitectura patrimonial en la vida de todos los ciudadanos. Estas exposiciones se han presentado en importantes salas chilenas como el Centro Cultural Palacio La Moneda, el Centro Cultural Las Condes, la Sala Gasco Arte Contemporáneo, la Universidad Católica de Valparaíso y actualmente en Casas de Lo Matta. Además, han sido exhibidas en el extranjero, en Francia y Alemania.
De esta manera, el dibujo, la memoria y el patrimonio han recorrido Chile y el mundo con el objetivo de sensibilizar sobre la importancia de nuestros edificios y su conservación.